Sí, como ya lo habían presentido, la maldición continúa...Ahora fue mi credencial de McCow Erickson, con la que se me permite la entrada y el acceso al comedor del trabajo...y aunque fui severamente atacada por salvar mi pluma, tuve que sacar mi credencial, ni modo que no.
Y ¡siii siii siiii! Pasó lo que me tenía que pasar, la profecía plumezca sucedió...ya qué.
Lo bueno es que no muerdo mi ID laboral.
1 comentario:
jajaja sé bien lo que es eso de sacar cosas el baño, ya sabes no celurar, al menos a ti no s{e te ha caido nada que se descomponga, pero cuidado vaquita.
Te quiero mucho.
Azu
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