viernes, 28 de marzo de 2008

Pasajes de un árbol y una vaca

Vaca, me muero de envidia de verte capaz de gozar con nada, de imaginar mañanas ¡y de vivirlos, caramba! ¡Yo que ni siquiera solté jamás una carcajada!
Eres, vaca, una criatura obtusa e insensata. Inventaron para ti y para tu excentricidad una bonita palabra: tolón, tolón, vaca-vaca, loca-loca, atolondrada.
Rompes la monotonía de los días tan iguales con ocurrencias extrañas. -Alcornoque, estás muy serio. Y tú, vaca, atolondrada (se me llena la boca al pronunciar la palabra). Y me dices: es que estoy enamorada de lo mejor de la vida. ¿Y qué es ello? te pregunto; me respondes: tu alegría.
He tenido que sonreír desde las ramas más altas para que no lo vieras, vaca. Los alcornoques tenemos, retorcidas y veladas, sonrisas como sarmientos impropias para una vaca.
(LunaBruna Poema para una vaca #4)

AyV por siempre: Mi adorado Alcornoque.

2 comentarios:

el gran pablinew dijo...

Hola vaquita en la ciudad, te cuento que aquí, en Argentina, las vacas estan de parabienes ya que hay paro en el agro :)
Saludos

Anónimo dijo...

Qué lindo poema, el amor entre un árbol y una vaca es tema buenísimo, casi como el amor de una publicista con un doctor, saludos a los dos :-9