viernes, 31 de octubre de 2008

¿Desierto? de los ¿Leones?

Después de llenarme de capas y capas de ropa térmica, suéteres, playeritas y chamarra casi para parecer cebollita congelada, partí a las 4 de la mañana hacia el Desierto de los Leones. Por suerte había ido días antes de Scouting y sabía que si no me cubría lo suficiente posiblemente podría morir de hipotermia, así que aunque el frío seguía rondando entre el bosque la vaca prevenida sobreviviría un día más de filmación.
Llegando pude disfrutar de uno de los cielos estrellados más lindos que he visto en mi vida (En el Pueblo también existen todavía de esos) y una estrella fugaz me regaló un escudo protector de malas vibras que me salvaría horas después.
Mi función básicamente consistía en coordinar los cortes de tráfico para que los bicicleteros pudieran hacer como que estaban en medio de una ruta emocionante y competitiva en medio de paisajes extraordinarios. Y así me la pasé con radio en mano dando explicaciones a conductores molestos, agresivos, comprensivos y más agresivos de porqué tendrían que esperar unos quince minutos estacionados en medio de la nada perdiendo su vida y llegando tarde un día más con una excusa citadina que alguno que otro les creería. Es por eso que mi escudito de malas vibras me alivianó y evitó que tuviera que ir a hacerme una limpia o recorrer mi cuerpecito con un huevo como el día que una abuelita celosa me hizo mal de ojo.
¿Comida rica? ¿Sillita cómoda? ¿Diversión ilimitada? ¡Nada de eso! Fui al baño porque el Dios de las Producciones me hizo el favor de mandarme una camioneta para llevarme al campamento más cercano..y es que ser la única vaquilla hembra entre un staff de weyes, digo bueyes no ayuda mucho...No iba a descubrir mi trasero pa que se congelara a los 4 vientos así que todo el día fui valiente y no comí, no bebí y no descansé.
Por suerte durante el día, encontré amigos dispuestos a ayudarme a deterner el tráfico....Aunque como ya había comentado, al ser la única chica (atractiva y setsi) por el rumbo empecé a ser víctima del acoso sexual más abierto y desenfrenado de mi vida, tanto así que tuve que refugiarme dentro de un automóvil ya que Roque (Dizque así se llamaba) no dejaba de hostigarme y rogar por que le diera mi número telefónico.
Digo, el wey no estaba nada mal pero iba acompañado de su chica y pos ahí yo en esos asuntos no le entro. Aunque mi pregunta más importante del acontecimiento es ¿Qué demonios hacían ellos ahí? Yo más bien esperaba ser devorada por lobos...
Y quiero hacer pública mi inconformidad contra la persona que bautizó al Bosque de Reses como Desierto de los Leones.

1 comentario:

Ireth dijo...

jajajaja...

yo nunca he entendido si el desierto de los leones es un boske o un desierto, y en el caso de ke sea un boske.. porke ponerle desierto a un boske?... se habran confundido de terminos??.. :S

y no te dejes vacamiga... le hubieras dado sus patadas al wey ese.. jajaja

saludos!