jueves, 23 de abril de 2009

Nostalgia callejera y extrañas coincidencias


En estos días me va muy bien la imágen de vaca nostálgica que busca recuerdos en cada calle, esquina y cafecito que ve. Suspiro sin querer y sigo mi camino encontrando pronto otro motivo para suspirar de nuevo. La mejor medicina que he encontrado para combatir mi etapa es mantener mi mente ocupada.
Hace rato fui a comer y justo enfrente del restaurante observé un edificio que me trajo estas raras remembranzas. Fue uno de esos flashazos que te remontan a otro tiempo cuando estuviste ahí con un humor y ánimo muy distintos. El recuerdo que me trajo fue una llamada.
Minutos después de terminar de comer, miles de ambulancias y helicópteros me dijeron la noticia de que el techo del edificio de mis recuerdos se había derrumbado. 
Ahora ya no sé cómo interpretar esta rara etapa de nostalgias.

No hay comentarios: