domingo, 5 de octubre de 2008

La vaca en concierto

Si tengo que agradecerle a alguien los conocimientos que tengo sobre la vida conciertil musical es a mi mejor amigo Danipop. Él es el master de masters en estos temas y es con quien he pasado horas siendo aplastada con tal de ver más cerca a grupitos pop que después de su One hit wonder, sólo él y yo recordaríamos. Gracias a él aprendí a defenderme de los agarra traseros y de los rasguñadores, a aprovechar las olas para acercarnos más a los escenarios, a bajar al piso para respirar mejor, a no dejar escapar los productos que venden entre la masa porque después ya no vuelven y a que a veces la reventa es mejor que la preventa...Sus consejos y enseñanzas han hecho inolvidables los conciertos a los que he ido con él y sin él. Tengo que aceptar que cuando salté la bardita que dividía la zona exclusiva a la MÁS exclusiva del concierto de Oasis y logré estar hasta adelantitito y ver a Liam y las gotitas de saliva que salían de su boca pensaba en tooodo lo que Danielo me había entrenado esos años para aprovechar la oportunidad y dejar de lado mi miedo a romper reglas.
Asistir a conciertos en el Pueblo tiene grandes beneficios, sé que no vienen los meros meros pero bueno, la Ciudad está a una hora de distancia para esos casos. Los precios son mucho más bajos y los lugares mucho más pequeños, así que con poco dinero se puede estar realmente muy cerca. Por alguna razón extraña la gente pueblerina se asusta de que vengan los artistas a tocar por estos rumbos y huyen y bloquean su mente para no ir y entonces los boletos terminan siendo rematados o arrojados como papelito de carnaval por alguna avioneta que promueve el evento con desesperación, así que los veinte o treinta Open mindeds que nos atrevemos a ir terminamos disfrutando de casi un concierto privado perteneciente a una gira que en la Ciudad terminaríamos viendo como hormigas rockeras desfalcadas. De verdad, acá casi se bajan del escenario para saludarte de mano y agradecer el tiempo que te tomaste por haber asistido a su concierto.
La frase memorable de este fin se escuchó entre gritos de Papa ra papa eo eooos: ¡Pueblerinos! Disfruten de la música, bailen, canten, echen desmadre, vamos...corran, que al cabo ¡Hay un chingo de espacio!
Y sí, había mucho espacio....La noche totalmente estrellada, una mano herida por la rebeldía enseñada por Danielo y algunas maripositas en la panza porque definitivamente el ¡Amor es bailaaar!

4 comentarios:

DesPOP dijo...

Sniff
mi pequeña es toda una mujercita...

te adoro

p.s. poco a poco voy mejorando
me ha gustado lo del skype, pero luego se ha quedado bloqueado

Anónimo dijo...

Epaleeee!
Eso de "papa ra papa eo eoooos" tambien lo escuche recientemente en Osaka, ajuaaa... y no se si sea que la gente les huye por su fama o definitivamente los cafetos no tienen suerte para llenar lugares medios crazys (como el de Xochitepec, jejeje).
Tambien tuve mi lugar VIP en la tarima y "trasbambalinas" cantando y alardeando con mi banderisima mexicana a todo lo que dio.
Oyeee, por cierto, pero si, tenemos que ir a algun conciertin juntos y mira que yo tambien soy mega escapadizo, que ni el mismo Gaudini me ganaria, jajaja!
Abrazooos y besos!

Mu dijo...

La huída de los Pueblerinos a asistir a los conciertos es independiente del artista que se presente, mi querido Profe.

Ireth dijo...

omg!!!..
amo tu blog!!
está tna lleno de... vacas!!! ^o^
y yo ke las amo!!.. me encantan!
espero no te moleste ke te siga leyendo.. *u*

saludos!