Crónica de una casi-muerte anunciada

Ni siquiera sé cómo empezar la crónica del concierto más esperado por ésta, su vaca escritora. Llegué horas antes a formarme peeero hubo unas dos mil personas que llegaron más horas antes que yo así que no quedó más remedio que formar parte de una larga fila en zigzag de gente aplastada tomando el Sol esperando a que se abrieran las puertas del Palacio.

Cuando por fin nos dejaron entrar corrimos para quedar lo más cerca posible del escenario y lo logramos porque estábamos algo así como en la tercera fila del lado derecho. Y así pasó una hora y otra y luego una hora más...Hasta que el grupo abridor tocó terriblemente (fallas de audio) logrando apenas entibiar el ambiente. Y luego a esperar de nuevo.

Todo el tiempo sufrimos de empujones y aplastamiento a un nivel severo. Ni el metro en horas pico podrían compararse a cómo estaba siendo estrujada. Estábamos en medio de un remolino doloroso que cada vez se cerraba más y quedaba menos...aire. Aguantaba cansada con esperanzas de que todo mejorara pero no, cuando sonaron los primeros acordes de Fuckin´on the bushes los empujones se multiplicaron y por más que intentaba soportarlos me dieron los primeros síntomas de un ataque de ansiedad o pánico o lo que sea que te pase cuando no puedes respirar y algo te duele y desespera muchísimo. 

Mis gritos no eran de emoción sino de dolor y de miedo porque de verdad pensé que iba a morir aplastada en ese preciso momento. Alcanzaba a ver a Liam muy cerca pero terminaba hundida en una ola que me jalaba hacia abajo sin que mi hermana pudiera hacer nada para rescatarme. Altos, bajos, gordos y delgados pasaban casi encima de mi huyendo de ser aplastados y chicas a mi alrededor lloraban sudorosas con cara de miedo...pronto me di cuenta que me estaba sumando a su causa y sin poder decidirlo entré en shock y llorando le pedí a mi hermana que me sacara de ahí. 

La caminata apretada entre miles de personas gritando y alzando los brazos fue larguísima y sólo podía decir: Más lejos, necesito aire...Y así llegamos a los límites de esa ola que se había vuelto mucho más calmada y disfrutable. La verdad la distancia todavía era corta y podía ver a Liam cerca, no tanto como antes pero ahora lo veía todo el tiempo y podía respirar.

Sólo me perdí una canción por el incidente pero poco faltaba para que me desmayara y entonces me hubiera perdido más y sería horrible pensar en que me cargaron cual bulto para irme a botar a su estación de emergencias más cercana.

Todo lo demás estuvo bien y me quedo con el lero lero de mi primer concierto cuando era una becerrita y Liam me saludó estando en primera fila.

Estoy agotada de una manera rarísima, como zombie