Aghhh..¡Estoy muy indignada!

Yo no conozco a nadie con Influenza.

Todavía no logro digerir la situación ni establecerme una teoría de lo que está sucediendo, no sé si es un complot, si es una tragedia, si está planeado, si es el fin del mundo, si están exagerando o si están ocultando información. Lo que sí sé es lo que se vive como habitante de la Ciudad que es el foco de atención del mundo entero y el fenómeno de despreocupación que se respira en el Pueblo vecino más cercano y que probablemente mayor peligro tendría de contagio. 

Estuve en una ciudad vacía, temerosa, cerrada. Ví vaciarse a los supermercados y atiborrarse las autopistas para huir por temor a una cuarentena, viajé en calles y un metro solitarios y nadie me saludó de beso ni vi sonrisas porque las bocas estuvieron cubiertas. No ví a nadie estornudar ni caer fatalmente al suelo y luego convertirse en zombie contagioso persiguiendo a víctimas inocentes. En verdad, sólo vi a una Ciudad muy asustada...pero sana.

Ya en el Pueblo las cosas fueron diferentes, acá los cubrebocas no son mayoría y se vivieron días turísticos como en cualquier periodo vacacional. No abrieron bares, ni antros, ni albercas, pero sí había gente bebiendo en casa, organizando parrilladas y hasta comiendo tacos al pastor en el restaurante de la esquina. Realmente viví un gran contraste de miedo a escasos kilómetros de distancia.

Volveré a lo mismo: Yo no sé más por estar aquí o estar allá, pero lo que sí sé y que realmente me molesta es que el mundo actúe tan estúpidamente guiado por la más grande  ignorancia.

Ojalá existiera una vacuna en contra de la discriminación porque de eso,

sí que hay muchos enfermos